Por: Edgar Patzi
Si bien las Pyme son el motor de la economía y, especialmente, del empleo, el 70% o más, no sobrevive 2 años y del restante 5 años. Esto es muy triste. Tanto esfuerzo y dinero esfumado.
Creer que porque sabemos todo de nuestro oficio o negocio podremos montar una empresa y tener un gran éxito.
En general, cuando las Pymes son manejadas de modo familiar, el dinero entra y sale sin mucho control.
No conviene mezclarlos.
Hay un viejo dicho que sostiene que “El ojo del amo engorda el ganado” y en este particular caso de las empresas es bastante cierto.
Si bien las Pyme son el motor de la economía y, especialmente, del empleo, el 70% o más, no sobrevive 2 años y del restante 5 años. Esto es muy triste. Tanto esfuerzo y dinero esfumado.
¿Qué sucede?
Son varios los factores que conviene tomar muy en cuenta para evitar que nuestra Pyme, negocio o comercio se vaya a pique y finalmente quiebre y tengamos que cerrar.
Hoy hablaremos de alguno de estos aspectos, para luego ir abordando otros que también influyen en la supervivencia o no de los negocios o empresas.
Gran experiencia en tu oficio
Creer que porque sabemos todo de nuestro oficio o negocio podremos montar una empresa y tener un gran éxito.
Si bien tendremos éxito, hay varias otras cuestiones que debemos considerar como: lo legal, impositivo, marketing, comunicación, atención al cliente, proveedores y un largo etc.
¿Entonces es imposible implementar una Pyme? Desde luego que: ¡NO!
Pero, tenemos que hacer bien estas otras tareas también o delegarlas a otras personas a que las hagan, sea dentro o fuera de la empresa (outsorcing).
Distribución y manejo de los ingresos
En general, cuando las Pymes son manejadas de modo familiar, el dinero entra y sale sin mucho control.
¿Cómo manejas el control de gastos y la distribución de ganancias en tu negocio o empresa?
Lo ideal es separar lo que gano yo de lo que gana mi empresa.
¿No es lo mismo? ¡Créeme que no!
Por ello es recomendable:
Primero hacer un riguroso control y seguimiento de los gastos e inversiones.
Y también dividir los ingresos en:
a) Mi “salario” y de las demás personas que trabajan (así sean miembros de mi familia);
b) Los ingresos de mi empresa.
No conviene mezclarlos.
¿Es que no son lo mismo? Pareciera, pero no es lo mismo.
Esta es otra causa del fracaso muy frecuente.
Si no hacemos esto, la liquidez se ve afectada en cualquier momento y no sabemos cuándo ganamos y cuándo perdemos.
El control del negocio
Hay un viejo dicho que sostiene que “El ojo del amo engorda el ganado” y en este particular caso de las empresas es bastante cierto.
Y es que algunos emprendedores piensan que poniendo un negocio marchará solo.
A veces sucede así, cuando se ha creado los mecanismos de control necesarios, pero por lo general debemos estar muy pendientes e incluso presentes.
Algunas vez he oído decir que el dueño o gerente de una empresa es el que primero entra y último en irse.
Normalmente estos son los negocios que prosperan y crecen.
Consideramos que tomar en cuenta estos puntos puede ayudar a que nuestros negocios crezcan y se consoliden.
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